De pie frente a su habitación observo sus fotografías, su linda sonrisa que invadía todo mi ser. Y es que hoy, dos años después de su muerte, recuerdo que Julieta era luz, fue luz para nosotros, ella sembró esperanza y dejó un vacío gigante en el corazón de todos.
La noche del 31 de diciembre, llena de luces, música y algarabía, esa que siempre inunda a Cali en fechas importantes, fue invadida de tristeza con la noticia de su muerte. Así, sin previo aviso y sin señales de lo que venía, Julieta González Gómez apagó su luz para siempre.
Es que mi pequeña quién nació prematura, con 33 semanas de gestación para ser exactos, sufrió consecuencias en su traumático nacimiento: parálisis cerebral infantil grado 5, dependiente total hasta el día de su muerte, alimentación por sonda de gastrostomía, convulsiones a repetición y terapias de neurodesarrollo a diario.
El 3 de marzo del 2014 nació Julieta, antes de tiempo, en medio de la confusión y la angustia, en medio de la tragedia, huyéndole a la muerte.
Tras un paro cardio respiratorio que provocó mi muerte por unos segundos, mi pequeña sufrió las consecuencias.
Y es que nuestra hija fue una niña deseada y amada desde el primer momento, decidimos que fuera parte de nuestra vida como un regalo para nuestro hijo mayor Juan Diego. Sin imaginar que su presencia cambiaría nuestra historia, sin sospechar que daríamos un giro de 180° en todos los aspectos.
Vivir las experiencias médicas extremas y conocer familias que viven la misma situación es aprender a la fuerza.
Tras un paro cardio respiratorio que provocó mi muerte por unos segundos, mi pequeña sufrió las consecuencias.
Y es que nuestra hija fue una niña deseada y amada desde el primer momento, decidimos que fuera parte de nuestra vida como un regalo para nuestro hijo mayor Juan Diego. Sin imaginar que su presencia cambiaría nuestra historia, sin sospechar que daríamos un giro de 180° en todos los aspectos.
Recuerdo haber tenido muchos momentos con nubes grises, peleando con enfermeras y doctores que no daban esperanza, vivir injusticias, paseos de la muerte, negligencias médicas, aquellas que se ven en Colombia... porque vivir en este país con alguna discapacidad es un desafío a muerte.
Basta con recordar los lindos momentos para avanzar; porque al llegar un niño llamado "especial" a tu vida, es realmente especial. Cambió mi vida: aprendí a valorar más a la familia, que todo tiene su tiempo y su espacio, a no vivir acelerada por el mañana y a valorar los sentimientos que ocultamos los seres humanos, pero sobre todo, a ser valiente y bondadosa con los demás.
Llegar a ese 31 de diciembre del 2018 fue el reto más grande de mi vida. Verla entrar en estatus convulsivo que la llevó a un paro cardio respiratorio... se repitió la historia y no pudimos hacer nada, los doctores no lograron reanimarla tal y como habían hecho conmigo, está vez la historia fue diferente, la perdimos.
Fueron 4 años de altos y bajos, me sentí enojada, triste, esperanzada, bipolar, si, muchas veces; pero cuando entendí que no importaban los diagnósticos y que no importaba lo difícil que fuera, que debía vivir el día a día, que mi Julieta necesitaba amor y no lamentaciones; cuando comprendí que mi mayor y mejor trabajo era cuidarla a ella, empecé a disfrutar lo diferente que era, sus avances y sus sonrisas. Ella es la artífice que Dulce y Diseño Cakes exista y es por ella quien luchamos siempre sin reproches. Ella fue mi maestra de vida, me hizo ver el mundo con otros ojos, ella me enseñó a ser valiente y bondadosa. Ella es la prueba de que Dios existe porque en ella se reflejó su amor, su poder, su misericordia y sus milagros.
Despedirse de un hijo es un dolor indescriptible, sentir su último aliento, aquel
que me ha dado la fuerza para continuar. Perderla ha sido el dolor más grande de mi existencia.
Hoy frente a su habitación, la recuerdo como una maestra de vida. Su sonrisa no desaparecerá nunca de mi memoria y Julieta seguirá siendo luz en mi camino.
Basta con recordar los lindos momentos para avanzar; porque al llegar un niño llamado "especial" a tu vida, es realmente especial. Cambió mi vida: aprendí a valorar más a la familia, que todo tiene su tiempo y su espacio, a no vivir acelerada por el mañana y a valorar los sentimientos que ocultamos los seres humanos, pero sobre todo, a ser valiente y bondadosa con los demás.
Llegar a ese 31 de diciembre del 2018 fue el reto más grande de mi vida. Verla entrar en estatus convulsivo que la llevó a un paro cardio respiratorio... se repitió la historia y no pudimos hacer nada, los doctores no lograron reanimarla tal y como habían hecho conmigo, está vez la historia fue diferente, la perdimos.
Fueron 4 años de altos y bajos, me sentí enojada, triste, esperanzada, bipolar, si, muchas veces; pero cuando entendí que no importaban los diagnósticos y que no importaba lo difícil que fuera, que debía vivir el día a día, que mi Julieta necesitaba amor y no lamentaciones; cuando comprendí que mi mayor y mejor trabajo era cuidarla a ella, empecé a disfrutar lo diferente que era, sus avances y sus sonrisas. Ella es la artífice que Dulce y Diseño Cakes exista y es por ella quien luchamos siempre sin reproches. Ella fue mi maestra de vida, me hizo ver el mundo con otros ojos, ella me enseñó a ser valiente y bondadosa. Ella es la prueba de que Dios existe porque en ella se reflejó su amor, su poder, su misericordia y sus milagros.
Despedirse de un hijo es un dolor indescriptible, sentir su último aliento, aquel
que me ha dado la fuerza para continuar. Perderla ha sido el dolor más grande de mi existencia.
Hoy frente a su habitación, la recuerdo como una maestra de vida. Su sonrisa no desaparecerá nunca de mi memoria y Julieta seguirá siendo luz en mi camino.
Alexandra Gómez Silva
Alexa. Me has conmovido profundamente. Realmente cada letra de tu historia me ha llegado. Gracias por escribir y por regalarle a la humanidad éstas líneas de sabiduría, pero sobre todo, de amor y entrega.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por leer con el corazón. Un abrazo
EliminarAlexandra me tocaste lo mas profundo de mi corazon, ahora comprendo porque se le llama un niño especial, y definitivamente si que lo son! Gracias por estas letras nos dejas tantas enseñanzas, Dios te bendiga
ResponderEliminarLo leo cada que siento que tengo días difíciles y siempre me llega al alma. Eres de admirar en todos los sentidos!
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