1 Corintios 13:4-8
El Amor Es Paciente, Es Bondadoso.
El Amor No Es Envidioso Ni Jactancioso Ni Orgulloso.
No Se Comporta Con Rudeza, No Es Egoísta, No Se Enoja Fácilmente, No Guarda Rencor.
El Amor No Se Deleita En La Maldad Si no Que Se Regocija Con La Verdad.
Todo Lo Disculpa, Todo Lo Cree, Todo Lo Espera,
Todo Lo Soporta.
TODO LO SOPORTA. ¿SABES QUE SIGNIFICA SOPORTAR? Es ser un apoyo o sostén.
Así que cuando dices que no soportas a tu pareja, es porque tú no estás siendo el apoyo adecuado para esa persona. Estás hablando mal de ti, no de tu compañero o compañera.
En la sociedad nos venden el matrimonio como una experiencia dolorosa, que pierdes la libertad, el dominio propio y la felicidad, que se convierte en una carga pesada. Pero el matrimonio, sí sabemos llevarlo, es una experiencia maravillosa; incluso en la biblia dice que aquel que haya esposa tiene la gracia de Dios.
Sin embargo, es una relación para cultivar, es importante cuidarla con sabiduría, ya que es lindo tener quien te quiera, te cuide y te haga sentir especial; una persona con quien compartir experiencias, anécdotas e ir de la mano en un crecimiento mutuo para construir y envejecer juntos.
Es una relación gana-gana, donde vamos hombro a hombro edificando nuestra personalidad y moldeando nuestro carácter, soltando egos y apegos que venimos arrastrando desde que somos niños; también sanando heridas individuales para lidiar con los desafíos que trae el día a día con la cabeza en alto, el corazón sano y la inteligencia adecuada.
Construir con bases sólidas, ver señales que a veces no queremos aceptar para tomar las decisiones correctas y a tiempo, es indispensable observar con detenimiento lo que me gusta y lo que no, incluso, saber con exactitud lo que estoy dispuesto a aceptar y con que quiero lidiar en una relación.
Pero el hecho de saber que no quieres para tu vida, no significa que a la primera discusión se termine la relación; es entender que somos diferentes, que venimos de familias ajenas, con gustos, valores y creencias, quizá opuestas. Darnos el tiempo para conocer a profundidad las vivencias de tu pareja, permitirse sanar, aprender y crecer por separado siendo un soporte para el otro en el proceso.
Si por el contrario, tú estás con la misma persona hace muchos años, analiza cómo ha sido la relación: ¿Han vivido una vida feliz con momentos tristes y desafíos, ó, una vida triste y aburrida con algunos momentos felices? Es importante tenerlo claro, tomar responsabilidad por lo que has hecho mal y por lo que has permitido de la otra persona, sin dejar de reconocer lo lindo que han vivido y las características positivas de tu él o de ella.
Y si al final, no es lo que esperas ni lo que quieres para el resto de tu vida, soltar, sabiendo que lo has dado todo. No es fácil porque los apegos y los lazos que se forman son fuertes, pero la vida es de decisiones importantes para lograr vivir en plenitud.
Te invito a construir o reconstruir tu relación con cabeza fría, no te dejes llevar solo por la pasión o por una simple reconciliación, ese sentimiento dura poco tiempo; pero sí te animo a que revivas la chispa del amor, del gozo, del disfrute. Si llevas mucho tiempo en matrimonio, vuelve a descubrir porque te enamoraste de esa persona, esas cualidades siguen allí, pero quizá los años, los desafíos, las tristezas, las desilusiones, han opacado esa forma de ser que te cautivó al conocerl@.
Dense la oportunidad de volver a enamorarse, de dar todo lo que hay en su ser para mirarse con dulzura y calidez. Aprende a sanar, a valorar todo lo que han construido juntos y a permitirse empezar de nuevo para sonreír juntos.
No te rindas; y si ya te rendiste, vamos que puedes sanar, reconstruirte y volver a empezar.
Con Amor,
Alexa Gómez
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