Mujer de alto valor

¿Qué significa ser una mujer de alto valor?

Ser decidida, sana, valiente y llena de sabiduría.

Desglocemos cada una de esas palabras y lo que quiero enseñarte.

Tomar decisiones es una de las tareas más difíciles si no sabes lo que quieres. Poder tomarlas con sinceridad  te lleva a ser feliz, de lo contrario,  vas a vivir en amargura. Muchas mujeres tomamos decisiones según nuestra pareja o nuestros padres. Nos han inculcado que debemos ser sumisas, que calladitas nos vemos más lindas, que el esposo o el papá son quienes tienen la autoridad en casa y toman las decisiones. Por eso perdemos el rumbo.

Pero cuando una mujer sabe lo que vale ante los ojos de Dios y la importancia de su rol dentro de las familias, es imparable. Sabe que ella necesita sentirse bien y feliz para brindar lo mejor a quienes la rodean. Pregúntate en este instante: ¿Qué te hace feliz? ¿Qué te motiva y que te inspira? ¿Cuales son tus sueños? Escríbelos, analízalos y conviértete en una mujer que toma decisiones. La gente feliz toma decisiones importantes y valiosas. Hoy toma las decisiones necesarias para sentirte plena. Al inicio es incómodo, doloroso, un poco frustrante y a veces querrás retroceder, pero la felicidad está al otro lado del miedo.

Una mujer saludable puede con todo. Cuando te sientes con fuerza, con bienestar, que puedes moverte, sentir bonito y vibrar alto; te das el permiso de disfrutar tus días. Permites que la vida llegue y pase como tiene que venir. Sabes que hay días de frustración, de tristeza, de desconsuelo, pero que todo pasa. 

Qué tu mente y tu cuerpo están ahí para cuidarlos porque son los que te acompañarán a vivir cada una de tus etapas. Amar tu cuerpo y tu mente y cuidarlos como un tesoro, serán la puerta a la felicidad, porque pase lo que pase tu estás fuerte y firme con tus convicciones, haciendo lo que te gusta y llena de energía para recibir las bendiciones.

Ser valiente es un arma de doble filo, pero es lo único que asegura levantarte con convicción. Hablo de que la valentía tiene doble cara porque puedes confundirla con la autosuficiencia. Algo muy diferente es sentir que puedes con todo y otra  cosa es no delegar; si no delegas, esto te hará sentir agotada y frustrada, porque nuestra fuerza física y mental tiene límites que debemos respetar. Sé valiente, llénate de fortaleza, levántate con firmeza, mira hacia el frente y arriésgate, limpia el camino y enfréntate al miedo, a los retos y al agotamiento; pero también construye equipo, enseña a otros a hacerlo bien, consigue personas mejores que tu, que te impulsen a crecer y nunca pares de prepararte. 

Que el miedo te impulse y no te detenga. Que tu valentía te llene de fuerza y energía y no de frustración.

La mujer sabia edifica su casa. ¿Sabes cual es tu casa? Eres tú y todas tus habitaciones: cuerpo, mente, corazón, espíritu y hogar. Son los pilares fundamentales para que tu vida tenga éxito. 

El temor a Dios es lo principal, no porque debamos tenerle miedo, eso lo confundimos, el temor al Señor es hacer el bien, es tener un espíritu sano que hace lo correcto ante los ojos de Él, seguirlo, seguir sus instrucciones y amar a quienes nos rodean. Eso nos lleva a cuidar nuestro corazón, protegerlo y no entregarlo a cualquier persona, porque poseemos el discernimiento para escoger muy bien nuestras parejas y amistades; y saber si lo que se presenta en nuestra vida como oportunidad es el camino correcto. Cuidar nuestro hogar es darnos sin medida a nuestra familia, a nuestros padres, hijos, esposo y demás, saber que nos necesitan y que somos un pilar fundamental en sus vidas, nosotras construimos familia y crecemos a la par. Pero sobre todo es amarnos a nosotras mismas, cuidar de nuestra salud física y mental, entender que si no estamos bien, todo a nuestro alrededor se puede derrumbar. Nuestro cuerpo es el templo  de Dios; nos lo ha dado para disfrutar de sus maravillas y de sus promesas.

Tenemos sueños en nuestro corazón y si están ahí es porque Dios los puso. Y si Él los ha puesto es porque son para nosotras. Cree que todo es posible y trabaja duro por ello. No te quedes de brazos cruzados esperando que lleguen por arte de magia. Cuídate y ámate para que puedas trabajar por lo que anhelas con todas las fuerzas. Despierta la leona que hay en ti, está dormida, está esperando la señal para levantarse y luchar por lo que sueña. da pasos firmes y certeros, pero nunca te olvides de donde vienes y no pases por encima de quienes te rodean; y mucho menos por encima de quienes vienen detrás, necesitan una mano que los guíe y les muestre el camino.

Aprende a ser esa mujer de alto valor. Brilla con tu luz para iluminar y no para deslumbrar. Sé tú misma, regresa a tu esencia y vive sin medida, brindando sonrisas cada día.

No hay nada más lindo e imponente que una mujer segura y plena.

Alexandra Gómez S.