¿Es normal que sientas que le haces daño a quienes te rodean?
Creo que es lo más normal en la sociedad. Creces, vas madurando y mejorando con el tiempo, pero dentro de ti sigue existiendo la misma esencia. Tu carácter es el mismo, tu personalidad, tu manera de hablar y de expresarte; pero quienes más lo ven y lo viven son las personas que te aman, aquellas que te rodean y están siempre para ti.
Con el pasar de los años tomas conciencia de aquello que debes mejorar, lo estudias, lo trabajas, lo cambias y lo demuestras en la sociedad; sin embargo, siempre hay una parte oscura que nos envuelve a todos los seres humanos; y que solo conocen quienes más cerca están de ti. Ellos atraviesan contigo los momento dulces, los amargos y los llenos de oscuridad.
Permitimos que los momentos de dolor, de frustración y de ansiedad nos agobien, nos encerramos en nosotros mismos, no le hablamos a nadie, no subimos nada a las redes sociales, no contestamos el teléfono y tampoco los mensajes que llegan; no obstante, tu vives con otros seres humanos que ven lo que enfrentas día a día, que tratan de ayudarte y animarte. Ellos viven y atraviesan contigo toda la mierda que te consume. Pero lo más triste es que, en muchas ocasiones, es a quienes les hablas mal, a quienes gritas y a quienes ignoras.
Eso me ha pasado. Y cuando mi alma me grita: ¡¿Qué estás haciendo?! Paro y reflexiono; o en ciertas ocasiones simplemente te lo deben decir, porque no estás observando tus comportamientos.
¿Qué hacer para que esto no suceda?
Trabaja en ti. ¿Por qué te sientes lleno de frustración y ansiedad? ¿Qué hay en ti que hace brotar en ciertos días amargura y dolor a tu alma? Descúbrelo y cultiva en ti esas semillas de esperanza que necesitas. Sana, pide ayuda, sal a caminar, aprende a respirar y encuentra el foco de tu tristeza.
Además, vive como si este día fuera el último de tu vida ó el último día de vida de quienes amas.
¿Cómo los tratarías? ¿Qué les dirías? ¿Qué harían?
Y también actúa como si nuestro pasar por este mundo fuera un regalo por cien o doscientos años, nos cuidaríamos lo suficiente; y cuidaríamos nuestro entorno para vivir vitales, llenos de salud y mucha abundancia.
Si viviéramos como si este fuera el último día de nuestra existencia, haríamos solo aquello que nos hace feliz, tendríamos más conciencia y disfrutaríamos de quienes nos aman y amamos.
Así que te invito a que revises tus actos, tus palabras y sobre todo, tus pensamientos. Revisa como te comportas, no con tus vecinos y amigos o en tus redes sociales; Te invito a que revises como te comportas con quienes amas.
Pero sobre todo te invito a que revises como te comportas contigo mismo; y a que te cuides para que puedas vivir cien años; y que disfrutes de la vida como si no hubiera un mañana.
Con amor,
Alexandra Gómez S.
Comentarios
Publicar un comentario