Definitivamente hay labores que no quieres hacer; pero que debes realizarlas para poder llegar a un nuevo escalón. Los seres humanos estamos diseñados para cuidarnos y protegernos, nuestro cerebro nos protege de ciertas circunstancias dañinas y del peligro, sin embargo, es perezoso. Cuando sientes que tienes tristeza y dolor, le encanta refugiarse en esa emoción.
También te juega malas pasadas cuando de avanzar se trata. Nosotros permitimos que el cerebro tome decisiones según nuestras emociones y por eso nos estancamos.
Me muevo según como me sienta. Si estoy aburrido, si estoy triste, si tengo fastidio, si estoy feliz. Nuestra agenda y nuestras metas no deben ser aplazadas por los días que tu quieres hacer pataleta. Te secas las lagrimas o sueltas tu carga, te limpias, prendes una vela, haces una oración, o sea lo que necesites para continuar, e inicias labores.
Y no solo estoy hablando si tienes tu pasión definida o trabajas en lo que te gusta, si no la tienes o no haces algo que te mueve, también este mensaje va para ti. Si estás en un trabajo que odias, debes moverte, buscar que hacer, para en un futuro tener la libertad de escoger si te quedas o te vas. No significa que cuando trabajamos con pasión y propósito en lo que nos gusta no hayan días difíciles, solo que para crecer se necesita haber empezado en pequeño, y vas escalando según tu conciencia, tus aprendizajes, tus maestros y tu experiencia. Llegará el momento en que puedas delegar labores, contratar personal, ser libre de tiempo y locación; y con dinero.
Pero para llegar a ese escalón, debes atravesar desiertos, escalar muros, llorar, querer rendirte y aún así continuar. Aprender, esforzarte, trasnochar, pensar en grande, rasparte las rodillas, tener dolor de cabeza y de espalda; sentir decepciones, que te humillen, que se burlen y que te den la espalda. ¿Estás dispuesto a vivir y sobrevivir a eso? Es simplemente saber escoger el difícil.
¿Es difícil estar en un trabajo que odias? ¿Es difícil tener una empresa o emprendimiento? ¿Es difícil hacer ejercicio y alimentarte bien? ¿Es difícil sentirte cansado y enfermo siempre? Es difícil renunciar a tu sueldo? ¿Es difícil empezar una vida nueva? Todas las respuestas a estas preguntas son un por supuesto. Todo lo que escojas hacer es difícil, solo debes escogerlo bien. Saber lo que va acorde a tu estilo de vida, a tus gustos y necesidades para que te sientas feliz y pleno.
Pero con la certeza de que siempre habrá alguna labor que no quieras hacer, que entre más creces como persona, como profesional y como ser humano, los desafíos serán más grandes. Pero tu conciencia y tu capacidad serán más grandes también; y cada desafío hará de ti una mejor obra de arte. Eso se llama resiliencia. Se hace, no se nace con ella.
Lo último que me queda por decirte es: ¡MUÉVETE! Si quieres ser bueno en algo, decide ser el mejor, hacerlo en excelencia con las herramientas que tienes. Arriésgate y haz lo que se debe y se necesita para lograrlo. Todo se puede, piensa en eso en todo momento, respira crecimiento y aprendizaje, devora libros, estudia videos, escucha podcast. Haz lo necesario para lograrlo. Llegará el momento de brillar y de mirar hacia atrás y decir: QUE VALIENTE HE SIDO.
Corre y hazlo, ve a inspirar a otros.
Alexandra Gómez S.
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