Me entrego por completo a lo que soy y a lo que quiero, a fluir con la vida que está ante mi; a bailar en sintonía con la orquesta que dirijo, a dejarme llevar por los acordes sublimes del universo y la tierra, danzar y vibrar para lanzar desde el centro de mi pecho, todas esas ondas expansivas de amor y poder que me llevan a trascender para ser y crecer.
Al mismo tiempo, hacer vibrar a quienes me toman de la mano, pasando corrientes de sabiduría entre nosotros, de compasión y amor. Estar tan presentes en el mundo y conscientes de nosotros mismos, que la plenitud nos invada, dudando así de la vida, porque no sabemos si la soñamos o la vivimos; o quizás las dos: estaremos viviendo nuestro sueño.
Alexa Gómez.
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