Ir al contenido principal

AQUÍ Y AHORA

 

Si no es ahora, ¿Cuándo?

“El pasado y el futuro ocultan a Dios de nuestra mirada; quémalos con fuego.”

                                                                   Rumi, Maestro del sufismo

 

No existe un momento perfecto para todo lo que queremos hacer, lo haces o no lo haces, te lanzas al vacío o te quedas congelado.

Vivimos en un mundo un poco incoherente, o nosotros lo somos. No sabemos equilibrar lo que debemos hacer porque lo confundimos con el deseo inagotable de hacer, el cual nos lleva a desesperar anhelando un futuro incierto con ansiedad y depresión sin disfrutar del camino, ese camino que puedes construir sin afán, sin prisa y con calma.

Queremos cambiar a las personas, queremos ser millonarios, queremos ser exitosos, tener cuerpos perfectos, actuar perfectamente y con la ansiedad de gustarle a los demás. No detenemos nuestra mirada un momento para analizar y observar aquello que nos rodea, ver con amor a quienes nos aman, abrazar, sentir, vivir, agradecer por cada día que es una nueva oportunidad.

Nos estancamos en los recuerdos, en lo que queríamos hacer como si el tiempo se hubiera agotado, pero aplazamos todo lo que nos hace feliz como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, ¿Es raro verdad?

No sabemos poner en una balanza bien calibrada lo que somos y cómo podemos ser mejores; ponemos la excusa del YO SOY ASÍ, ya para que, ya es demasiado tarde, no puedo. No tenemos pantalones para decir NO QUIERO, y nos dejamos llevar por la corriente del mundo, hacia donde van todos yo voy, lo que todos hacen yo lo quiero, perdemos de vista a nuestro yo real, el que sueña, piensa y hace o quisiera hacer las cosas de cierta manera.

No podemos pretender vivir en armonía si estamos siempre mirando que pasará en dos horas, en 3 días y en 10 años, vivamos cada segundo, sé que es difícil, lo sé, lo he vivido, he experimentado la ansiedad y la depresión por pretender un mundo más allá de lo que puedo en ese instante, he pasado días sin disfrutar a quienes me rodean por desear con desespero estar viviendo una vida diferente a la mía; he llorado por un pasado que ya no regresará, me he frustrado por una carrera que no estudié, me he lamentado por aquellas oportunidades que dejé escapar; y en cada uno de esos momentos, no observé el tesoro que tenía en mis manos… mis talentos, mi energía, mi carisma, mis ganas, pero sobre todo, el tiempo.

Los problemas son simples momentos que debemos vivir y a los cuales dar solución. Tenemos condiciones como seres humanos que debemos asumir, detenernos a respirar y simplemente aceptar que estamos aquí y ahora para remediarlo y continuar. Que no te de miedo hablar, sentir, expresar aquello que sabes, siempre habrá quien te juzgue y te señale, es inevitable; simplemente da lo mejor de ti, sigue creciendo en todas las direcciones, pero viviendo y disfrutando el presente, por eso se llama así, porque debes estar presente, de lo contrario, te pierdes de tu propia historia… ¿La quieres escribir tú, o quieres que alguien lo haga por ti?

Vivir es YA, ES AHORA.


                                                                                                      Alexa Gómez S.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dejar de ser su heroína

Un mundo que cambia constantemente nos hace ir más rápido. Se ha perdido el valor de la familia ya que los hijos año tras año son menos en el núcleo familiar. La distancia, el trabajo, las nuevas costumbres, te hacen desequilibrar. Cada vez estamos más lejos de reunir familias completas, de dar besos y abrazos de fin de año por montones. Cada vez es menos la vivencia de las tradiciones en los pueblos y en las ciudades natales. Hijos que se han ido en busca de nuevas oportunidades. Por eso es tan difícil verlos crecer, partir y hacer su propia vida. Crean sus propias experiencias, hacen nuevas amistades, se enamoran, aprenden a trabajar y tener su dinero, y en un momento dado, dejas de ser su heroína. En un abrir y cerrar de ojos.  Y te preguntas:  ¿En qué momento pasó? ¿Cuándo dejamos de ser tan importantes en su vida? Ahí es cuando llega la escena más difícil , te das cuenta que el amor de una madre hacia un hijo no es igual que aquel que siente un hijo por una madre. Entende...

Un amor en pausa activa

Un amor a distancia es un amor en pausa activa. Le damos respiro, confianza, espacio y decidimos respetarlo. La distancia es un regalo disfrazo. ¿Cómo se logra sobrellevar el día a día? Viviendo intencionalmente. No hay otra manera. Cuando tu le das sentido a tu vida, haces que cada experiencia sea única y maravillosa. Vives sorprendida con las bendiciones y pequeñas victorias de cada día, sacas provecho a todos los instantes, valoras a quienes te rodean, a la soledad, a la ausencia. Te amas, te cuidas y buscas tu mejor versión. Todo porque sabes que estás cumpliendo un propósito y tienes una misión de vida, porque le das intención a tu existencia. Eso te permite tener una agenda llena, la capacidad de conocer nuevas personas, sabes que hay mucho por trabajar y muchas ventas por hacer. Cuando vives con intención, el amor se transforma, madura, crece y tiene raíces profundas. No te das el tiempo de pensar que hace el otro, estás tranquila porque crees, por que tu cumples y actúas correc...

Ser extraordinario

Los seres humanos somos complejos. Es difícil descifrarnos porque cada uno es un mundo diferente; y no tenemos la verdad absoluta de lo que nos rodea ni de lo que sentimos, mucho menos, de aquello que vivimos. Tampoco tenemos la verdad absoluta de lo que somos, lo que ven los demás de nosotros no existe, ni siquiera nosotros mismos lo sabemos. Hoy podemos ser una persona y mañana otra totalmente diferente. Así que si dices conocerme, déjame decirte que eso no es cierto. En los momentos más complicados es que conocemos nuestra verdadera esencia, en esos momentos de angustia, desesperación y dolor, es cuando descubrimos quienes somos y cuando más analíticos debemos ser con nuestro comportamiento. Cuando mi hija Julieta estaba en esos días de complicaciones de salud, en esas noches sin dormir, con mucho trabajo en la pastelería, mi reacción era de desespero, de ansiedad, gritos, locura, querer salir corriendo, en esa intimidad descubrí quien era realmente bajo presión; y eso hizo que empe...