Vivimos en un mundo conectado por medio del internet y las redes
sociales. Las personas se conectan a partir de gustos o valores comunes
y generan un espacio para interactuar e intercambiar información.
Las redes sociales facilitan la comunicación entre personas, ya sea que se conozcan
o no, que estén cerca o lejos. Sin embargo, también ofrecen otros
servicios como: informar, hacer publicidad y/o enseñar. Estas redes sociales le
permiten a cada individuo crear un perfil o una identidad virtual en la cual
comparten todo tipo de información, y esto te permite aumentar y ampliar la
visibilidad de tu negocio, así como mejorar tu reputación digital.
Lo que poco a poco se ha ido perdiendo es el contacto humano. Cada día
se inscriben nuevas personas a estas plataformas y muchos de ellos se
convierten en individuos adictos a ellas, generando desunión en las familias,
creando personas inseguras y depresivas por querer alcanzar estigmas que ven en
algunos perfiles que hasta falsos podrían ser.
Nadie sube contenido con una foto
mal tomada, tampoco sube contenido cuando está en medio de una pelea o
discusión (hay excepciones cuando quieren simplemente seguidores, cuando solo
quieren generar polémica). Tomamos fotografías con filtros, buscamos textos súper
expresivos en internet para hablar de quienes somos, pero lo que generamos como
perfil, son seres que ni nosotros mismos conocemos. Hablamos al mundo con un
amor infinito cuando en la realidad no compartimos con los seres que realmente
importan en nuestra vida diaria, y así, cada vez más estas plataformas son una red
de mentiras.
Por supuesto que no todo es malo, no podemos llevar absolutamente toda
la información a un estigma de mentira; debemos reconocer que estas plataformas
nos han permitido conectar con familiares que viven en otros países,
reencontrarnos con personas importantes de nuestro pasado, también nos han
permitido crear empresa, tener información inmediata y aprender o enseñar, nos
permiten alcanzar éxito a través de nuestro contenido; pero debemos tener
supremamente claro cuál es la razón de cada una de nuestras publicaciones, que interacción
estamos creando con los demás, si estamos impactando de manera positiva o
negativa para el mundo actual, para nuestros niños y nuestros jóvenes, que han
crecido a través de estas plataformas y siguen a personas por moda, dejando que
su cerebro interprete como bueno, las
palabras o actos de alguien que quiera simplemente dañar a la sociedad.
Otro aspecto que puede ser llamado de vida o muerte es la información
personal que se informa. En todo momento
hay personas detrás de perfiles, dedicada a perseguir información,
aquella que muestre ubicación, lujos, viajes, familia, todo aquello que puede
ser usado en contra para estafas, secuestros y abusos.
No podemos dejarnos contagiar con envidia, aquella que muchas veces llamamos “envidia de
la buena”, eso no existe, cada persona tiene sus procesos y los vive de formas
diferentes, cada individuo lucha por sus sueños y metas, cada una de ellas son
totalmente diferentes a las tuyas. No nos dejemos impactar por realidades
perfectas que vemos en las plataformas, en esos perfiles que te muestran vidas
hermosas, seguramente lo son y eso sería ideal, que te muestren la realidad.
Todos tenemos algo que mostrar y que enseñar, todos podemos alcanzar una
vida maravillosa cuando empezamos por ser agradecidos con lo que tenemos, pero
que no nos conformamos con lo que somos y decidimos avanzar. Tú también puedes
viajar, tener lujos e impactar la vida de otros sin necesidad de querer la vida
de otro ser humano.
Otro punto importante es que tanto quieres tu mostrar de tu vida… ¿Quieres
impactar por lo que tienes o por quien eres? ¿Tienes algo para enseñar? De pronto
esos pasos que te llevaron tener éxito en tu familia, en tu negocio o en el
exterior. Todos tenemos algo que aportar en la sociedad, empezando con el
ejemplo en casa, controlando lo que hacen nuestros hijos en las redes, que ven
y que muestran, siendo lideres en nuestros hogares y en nuestra comunidad.
Recapacitemos, cerremos los ojos y desconectémonos del mundo cibernético,
encontremos ese balance adecuado en nuestras prioridades. La vida es un
equilibrio y las redes sociales también lo deben ser.
Alexa Gómez S
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