Tenemos empatía. Sí, nos
queremos, nos unimos y sabemos que es el bien común. Muchos no entendemos de
política, y la verdad, tampoco nos interesa, aunque sé que deberíamos. Quienes
están en el poder nos están acabando desde hace muchos años, nos han sometido
en su corrupción y nosotros en nuestra ignorancia, lo hemos permitido. Pensamos
que derrocar un presidente sería la solución y no es así. Estamos rodeados de
arpías dentro del gobierno que solo quieren vivir de nuestros impuestos. Eso sí,
tampoco podemos olvidar que estamos en una población egoísta, envidiosa, muchos
perezosos que no quieren trabajar duro pero si pedir todo gratis; no se nos
puede olvidar que nosotros mismos, el pueblo, ha acabado con muchas de las
ayudas que da el gobierno, al aprovecharse de ellas, malgastarlas y venderlas.
“Si por la 5ta vas pasando
es mi Cali bella que vas a travesando”, así dice la canción del grupo niche,
orquesta musical que lleva en alto el nombre de la ciudad. Eso hicimos, atravesar
la calle 5ta de sur a norte y encontrarnos con todos los manifestantes, unos
iban cantando, otros protestando, otros bailando, a nuestro lado caminaban
personas de todos los colores, tamaños y personalidades, mascotas, bicicletas,
patinetas y pancartas; también marchaba la risa y la satisfacción de un pueblo
unido por un mismo objetivo.
Estoy segura que la mayoría
de las personas no iba consiente del porque de la marcha, no saben la realidad
de la problemática de un país cagado desde hace mucho tiempo. Muchos marcharon
para poder subir sus fotos a las redes sociales, otros para tener un motivo y
no asistir al trabajo, otros iban de paseo con cerveza y guaro, bailando y
gritando como en plena feria de fin de año.
Lo real es que no importa cuál
era el motivo de cada uno para unirse a la causa, lo valioso fue ver una ciudad
unida, que hizo caso al llamado de hacer temblar el gobierno, Cali lo logró,
llevamos varios días de protestas y ya se han visto cambios positivos. Pero no
podemos desistir, debemos seguir persiguiendo sueños, trabajando con firmeza y
amor, con entrega, estudiando el gobierno, preparándonos para no dejarnos
pisotear. Un mejor porvenir solo se obtiene de Dios, si le entregamos nuestras
acciones a Él y tememos ante su presencia.
Seamos luz, no pasemos el
semáforo en rojo, ayudemos al vecino, no maltratemos a nuestros niños, hagamos
pequeños cambios que harán la diferencia y nos llevarán a grandes logros.
Exijamos pero actuemos. Que
no nos de pereza trabajar, seamos grandes líderes en nuestros hogares y en
nuestra comunidad; seamos influyentes en la vida de las personas ayudando a
cambiar sus pensamientos y creencias que los llevarán a unas correctas
acciones. Esa es la mejor manera de cambiar un país: teniendo muchos Líderes de
impacto en cada uno de los sectores.
Alexa Gómez Silva
Comentarios
Publicar un comentario