Continuar sin temor ni remordimiento, saber que todo pasa. Mirar atrás y descubrir que sufrí por decisión propia. Me esforcé demasiado pensando en como obrar para estar bien y me desgasté sin razón, sin actuar, sin dar los pasos necesarios. Es como querer que el barco avance hacia el océano pero sin levar el ancla de la orilla. Sin soltar la cuerda que te ata al pasado es imposible de lograr. No comprendí mi dolor a profundidad, me lastimé y critiqué cuando debía tener compasión de mi proceso, tampoco tuve curiosidad de mis emociones, simplemente me dejé arrastrar por ellas. Hoy que tengo un poco más de consciencia hacia la vida, agradezco por las lagrimas que derramé, porque cada una de ellas llegó a limpiar aquello que necesitaba sanar, ellas y Julieta se llevaron una Alexa cargada de frustración y angustia, limpiaron a una mujer que le entregaba sus "fracasos" a la vida y a las circunstancias, o a otras personas. Por fin entendí que la solución está en mis manos y ...
Me encanta escribir ¿Te gusta leer? ¡Bienvenido! Soy Alexa Gómez. Madre y esposa, pero sobre todo una mujer feliz. Coach de vida y escritora con alma de periodista. A los 19 años tuve mi primer hijo y dejé mi carrera como comunicadora para dedicarme por completo a mi familia. Ahora quiero seguir escribiendo en honor a mi hija Julieta, quien partió al cielo a sus 5 años, tras luchar con una parálisis cerebral. El crecimiento personal y espiritual me han permitido reencontrarme con mis sueños.